LA MEMORIA TAMBIÉN SE NAVEGA
La tradición oral fue la primera versión de los libros y las aulas. La gente aprendía de lo que sus ancestros contaban: desde los saberes cotidianos de cultivar la tierra o preparar los alimentos, hasta las lecciones más profundas sobre la vida misma. Muchos de esos aprendizajes se transmitían a través de los mitos, donde habitaban las primeras enseñanzas sobre el agua, la tierra y el respeto por la vida.
Hoy, esos relatos antiguos encuentran nuevas formas de contarse. Las exposiciones digitales del Tequendama permiten que niños y jóvenes descubran, con asombro, que la mitología no es cosa del pasado, sino una manera de recordar quiénes somos.
En la exposición Tequendama Digital, los visitantes pueden interactuar con una historia ancestral en la que no solo aprenden: también se reconocen. Comprenden que detrás de cada mito hay una enseñanza viva sobre el territorio, la naturaleza y el equilibrio que nos sostiene.
Podemos decir que la memoria también se navega, y que el asombro sigue siendo la mejor forma de aprender.
Te invitamos a recorrer la exposición digital del Tequendama y escuchar, en voz del propio Bochica, la historia sobre la creación del Salto de Tequendama. Nos encantará conocer tus comentarios y reflexiones.